viernes, 27 de abril de 2012

El olfato de los caballos

Un semental es capaz de oler a una yegua en celo a una distancia de 800 metros. La tarjeta de presentación de los caballos es su respiración ya que para relacionarse entre ellos, se exalen mutuamente, conociéndose a partir de ese momento.

En cuadras británicas, cuando llega una yegua nueva, es presentada a la líder; dependiendo de cómo sean sus exalaciones, se sabrá si cabe la posibilidad de que se peleen por el liderazgo o no.

Su vida está formada de tal manera que el olfato sea esencial. La orina y los escrementos son verdaderos estamentos para otros caballos, en el sentido de la sexualidad y territorialidad.

Aún así, los caballos aborrecen el olor a muerte. Muchas veces, un caballo se para en seco, rehusando pasar por una dirección al oler a un cadáver. Su instinto de defensa le dice que donde hay muerte, es probable que haya depredador.

Antiguamente, eran usados para saber si el agua o alimentos eran venenosos.

Relacionado con otros sentidos, cuando huelen algo, también lo miran y saborean recordando estas sensaciones incluso durante años.

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